Quieren que tenga una sonrisa permanente en mi rostro, que no se rompa con cualquier lágrima que cae vencida por el miedo indiscutible de progresar o de ser alguien...
Quieren tenerme prisionera dentro de un fino cristal, donde por más que grito, no me oyen.
Quieren que nunca salga de aquella pompa que me rodea, donde soy "libre", pero donde la palabra que rodea a tal sentimiento es dolor.
No quieren que sea yo...
Soy una persona a la que no reconozco, a la que ha intentado construir un mundo basándose en el miedo de no ser aceptada, soy una puta figurita de porcelana, la cual se rompe al intentar irse de este mundo, la cual no puede cerrar los ojos para soñar.
Y hoy he comprendido que para ser yo misma, primero tengo que destruir eso cristal, aquella pompa, aquellos sentimientos.
Ojalá pudiera romper todo y empezar de cero.
Donde pudiese sonreír las veces que parpadeo...
Somos juguetes rotos, bonita metáfora para tales llantos...
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